COMO APRENDEN LOS NIÑOS EN UN AMBIENTE ADECUADO
Ambiente adecuado de aprendizaje |
Los ambientes de aula que promueven el aprendizaje, desde la perspectiva de los niños y niñas escolares
Debido a que el aprendizaje
es multifactorial y complejo, demanda la existencia de condiciones ambientales
mínimas, especialmente porque el ambiente enseña por sí mismo. Aspecto que se
corroboró mediante las observaciones realizadas en los salones de clase de
diversos centros educativos en el país, las cuales evidenciaron las diferencias
y carencias existentes en los ámbitos físico, emocional, metodológico y
motivacional de los ambientes de aula, en elementos tales como: la temperatura,
la ventilación, el color de las paredes, el cielo raso, la intensidad de la
luz, las decoraciones sin objetivo pedagógico y poco acordes con la edad y
etapa del desarrollo de los estudiantes, recursos y materiales limitados y
precarios, limpieza deficiente; aunado a características socioemocionales que
conllevan a desmotivación, problemas de disciplina, escaso sentido de
pertenencia y compromiso en el cuidado del aula, así como de calidad de las
relaciones interpersonales existentes; todos los cuales propician que el
aprendizaje logrado por los niños y niñas a veces no sea óptimo.
Los elementos que componen un ambiente educativo son los que están relacionados con:
• Espacios éticos, estéticos,
seguros, cómodos, luminosos, sonoros, adaptados a las discapacidades, con una
unidad de color y forma, armónicos, mediadores de pensamientos y relaciones
sociales, lúdicos, expresivos, libres, diversos, respetuosos; con recursos
culturales y naturales.
• Con una comunicación
dialogante, analógica, respetuosa y horizontal.
• Que atienda la diversidad
de inteligencias y estilos de los estudiantes.
• Un objetivo educativo claro,
compartido, retador y motivante" (Romo, 2012).
Tomando las palabras de
Laguna (2013), la calidad del ambiente es trascendental, ya que la disposición
que se haga del mismo, "se enlaza con el niño en la exploración y el
descubrimiento; es un medio de aprendizaje, que promueve el crecimiento de la
competencia ambiental, estimula la práctica de las habilidades y mejora el
desempeño" (p. 42). Además, un ambiente educativo debería "organizar
y generar ambientes lúdicos a partir de una seria reflexión, tomando en cuenta
los objetivos educativos a partir de los intereses infantiles, con creatividad
e imaginación" (Retamal, 2006, p. 23).
5
maneras de ayudar a los niños a aprender más y mejor
¿Cómo
aprenden los niños?
- Por
exploración: tocando, golpeando, poniéndose cosas en la boca
- Por
experimentación: probando, por ensayo-error
- Por
repetición: ¡tirando las cosas al suelo una y otra vez!
·
Por
imitación: copiando a aquellos a su alrededor, ya sean adultos u otros niños
Aprenden de y a partir de
todo aquello que hay en su entorno inmediato. ¿Y qué hay alrededor de un niño?
Un montón de cosas, un montón de personas y un montón de situaciones—una
infinidad de estímulos.
Ahora bien, nunca es el
aprendizaje tan grande como cuando un adulto está presente. Es el adulto el
encargado de mediar, trasladar y traducir cada estímulo al niño.
El rol mediador del adulto( padre, profesor) en el proceso de aprendizaje
El rol del adulto es
facilitar al niño la comprensión de su entorno( su ambiente)—hacer de vínculo.
Existe cada vez más evidencia mostrando los impactos en desarrollo infantil de
interacciones positivas y receptivas con los adultos. Por ejemplo, se ha
demostrado que cuando los maestros
manejan aspectos conductuales de forma intencional, atienden a los
intereses del niño y canalizan su atención de forma receptiva, los niños mejoran su comportamiento en el
aula y tienen también mejor desempeño académico.
Los juguetes, los hermanitos,
los otros niños en el centro de cuidado
o en la escuela, son necesarios y contribuyen al proceso de aprendizaje.
Pero no son suficientes. El desarrollo
infantil se potencia con la interacción con el adulto cuidador—en el hogar o en
el centro de cuidado, donde muchos niños pasan una proporción considerable
de su tiempo. Además, la consistencia—la presencia de un cuidador principal en
cada ambiente—da seguridad al niño y
refuerza su autoestima.
A continuación, exploramos 5
maneras en que los adultos pueden potencializar el aprendizaje de los niños:
1. Atender las señales y
seguir sus intereses. Más allá de ofrecer afecto y cariño, fundamentales en y
por sí mismos, el adulto puede identificar y responder a las formas de
comunicación del niño, por ejemplo:
Nombrando el objeto o acción
de su interés: “¿Qué estás señalando? ¡Ah! ¡El libro de cuentos del sol y la
luna!”
Respondiendo si el niño
sonríe o balbucea al realizar una acción: “Te gusta que te haga cosquillas en
los pies, ¿verdad?”
Hablarle de aquello que está
sucediendo: “¡Sí! te estoy poniendo los calcetines para que no tengas frío en
los pies”.
2. Introducir nuevos
conceptos, nombrando todo aquello que haya en el entorno. Durante el baño, por
ejemplo, hablar de lo fría o caliente que está el agua, de seco y mojado, de
las partes del cuerpo, mencionándolas y señalándolas. O a la hora del almuerzo,
aprovechar para hablar de las texturas, los tamaños, las formas y colores de
los alimentos.
3. Expandir el conocimiento
del niño. Cuando miran o leen cuentos juntos, si el niño dice: “guau-guau”,
añadir: “sí, ¡es un perro grande y tiene cuatro patas!”, señalándolas.
4. ¡Jugar! Jugar es el
principal medio de aprendizaje para el niño, además de una gran diversión.
Jugando, el adulto puede participar y potenciar el juego de roles—¡recuerda que
los niños imitan todo lo que hacen los adultos! — o introducir retos y
problemas que el niño tiene que resolver: jugando a abrir un tarro y sacar lo
que hay en su interior, a armar un rompecabezas, a encontrar un objeto que
hemos escondido, y un largo etcétera.
Recomendación: el adulto
puede variar el juego, planteando retos cada vez más complejos, pero
alcanzables. Si un juego es muy sencillo, y el niño puede resolverlo de
inmediato, se aburre y pierde el interés. Si es muy complejo, se frustra y no
quiere continuar.
5. Reconocer y reforzar los
intentos y logros de manera positiva: felicitar al niño con aplausos, con
besos, verbalizando su logro y sus intentos, promoviendo así su autoestima y
animándolo a seguir aprendiendo.
Beneficios de la interacción de los adultos
Todas estas prácticas ayudan
al niño de múltiples formas:
1. Desarrollando su lenguaje.
Le exponen y le familiarizan con muchas y nuevas palabras—que va comprendiendo,
interiorizando, y que poco a poco irá introduciendo en su propio vocabulario.
2. Promoviendo sus
capacidades cognitivas y motrices. El niño se familiariza con conceptos
complejos como causa y efecto, o la permanencia de objetos (el objeto no
desaparece simplemente porque ya no lo veas).
3. Desarrollando y
estimulando aspectos de función ejecutiva, como la atención, la perseverancia,
la auto-regulación, entre otros, a través de enfrentarse y superar retos.
4. Fomentando su creatividad
y su desarrollo socio-emocional. Promoviendo el apego, el vínculo afectuoso
entre el niño y el adulto cuidador, tejiendo una relación cálida y próxima
entre ambos.
5. Provocando su curiosidad y
animándolo a querer aprender cosas nuevas.
La falta de tiempo, el
cansancio, la presencia de otros niños, otras responsabilidades a menudo
limitan la cantidad y calidad de las interacciones entre el adulto y el niño.
Por ello, como adultos cuidadores, es importante que recordemos sus beneficios.
Todos, desde nuestro ámbito como padres, familiares, vecinos, cuidadores,
maestros, tenemos la responsabilidad de jugar este importante rol mediador en
nuestra relación e interacción con los niños, contribuyendo así a impulsar su
desarrollo al máximo potencial. En el ambiente en que estén interactuando
Conclusión
El ambiente de aula es muy importante pues ayuda en el aprendizaje de los temas que se desarrollen pues dan un estimulo adecuado para favorecer el aprendizaje de los temas que se desarrollen en el aula y es la forma mas adecuada de estimular las capacidad4es de aprendizaje del niño para su mejor desarrollo intelectual
Autor
Pedro Vallejo
Comentarios
Publicar un comentario