NIÑOS Y SINDROME DE ASPERGER
Sindrome de Asperger |
Introducción
El síndrome
de Asperger es un tipo de autismo. El autismo
afecta la manera en la que una persona interpreta el idioma, se comunica y
socializa.
El síndrome
de Asperger es un trastorno del desarrollo que se incluye dentro del espectro
autista y que afecta la interacción
social recíproca, la comunicación verbal y no verbal, una resistencia para
aceptar el cambio, inflexibilidad del pensamiento así como poseer campos de
interés estrechos y absorbentes.
Las personas
con este síndrome son, generalmente, extremadamente buenos en las habilidades
de memoria (hechos, figuras, fechas, épocas, etc.) muchos sobresalen en
matemáticas y ciencia. Hay un rango en la severidad de síntomas dentro del
síndrome, el niño muy levemente afectado resulta a menudo no diagnosticado y
puede apenas parecer raro o excéntrico.
El espectro autista
El término
"espectro autista" hace referencia a una amplia variedad de
trastornos del desarrollo. Estos trastornos pueden aparecer en diferentes
combinaciones y con distintos niveles de gravedad: si bien dos niños con el
mismo diagnóstico compartirán ciertos patrones de conducta, pueden tener una
gran variedad de habilidades y aptitudes. Como consecuencia, se suelen utilizar
expresiones de tipo general, como "bajo funcionamiento", "alto
funcionamiento", "tendencias autistas" o "trastorno
generalizado del desarrollo", para describir a los niños cuyos
comportamientos se encuentran dentro del espectro autista.
En general,
se considera que los niños que tienen síndrome de Asperger se encuentran en el
extremo de "alto funcionamiento" del espectro autista. Los niños son
tres a cuatro veces más proclives que las niñas a tener síndrome de Asperger.
La incidencia parece estar incrementándose, pero esto podría deberse a que
ahora los casos más leves se detectan con mayor frecuencia.
Si bien el
síndrome de Asperger ya no se considera un diagnóstico en sí mismo, muchos
padres y personas de la comunidad médica continúan usando este término.
Acerca del síndrome de Asperger
El trastorno
debe su nombre a Hans Asperger, un pediatra vienés que, en 1944, describió por
primera vez un conjunto de patrones de comportamiento presentes en algunos de
sus pacientes, mayoritariamente de sexo masculino. Asperger observó que si bien
estos niños tenían una inteligencia y un desarrollo del lenguaje normales,
presentaban serios problemas en las aptitudes sociales, no podían comunicarse
bien con otras personas y tenían problemas de coordinación.
Según la
Coalición para el Síndrome de Asperger de Estados Unidos, es posible que el
síndrome de Asperger aparezca más tarde que el autismo típico o, al menos, se
lo detecta más tarde. A muchos niños se los diagnostica después de los 3 años y
la mayoría de ellos recibe el diagnóstico entre los 5 y los 9 años de edad.
El síndrome de Asperger se caracteriza por la dificultad para la interacción social, las obsesiones, los patrones del habla extraños, pocas expresiones faciales y otras peculiaridades. Con frecuencia, los niños que padecen el síndrome de Asperger tienen dificultad para comprender el lenguaje corporal de otras personas. Tal vez se embarquen en rutinas obsesivas y muestren una sensibilidad inusual a los estímulos sensoriales (por ejemplo, es posible que les moleste una luz que ninguna otra persona nota. tal vez se cubran los oídos para evitar sonidos del ambiente; o quizás prefieran usar ropa hecha exclusivamente de un tejido determinado).
En general,
los niños y los adolescentes con síndrome de Asperger pueden desempeñarse
normalmente en la vida diaria, pero tienen una tendencia a la inmadurez social,
se relacionan mejor con los adultos que con sus pares y tal vez los demás los
consideren raros o excéntricos.
Otras
características del síndrome de Asperger pueden incluir retrasos en la
motricidad, torpeza, intereses limitados y preocupaciones peculiares. Los
adultos con síndrome de Asperger tienen dificultad para demostrar empatía hacia
los demás y continúan teniendo dificultades en las interacciones sociales.
Los expertos
afirman que el síndrome de Asperger sigue un curso continuo y suele durar toda
la vida. Sin embargo, los síntomas pueden aumentar o disminuir con el
transcurso del tiempo y los servicios de intervención precoz pueden ser de gran
ayuda.
Signos y síntomas
Como los
signos del síndrome de Asperger pueden asemejarse a los de otros problemas del
comportamiento, lo más conveniente es que un médico u otro profesional de la
salud evalúe los síntomas de su hijo. A muchos niños se les diagnostica
trastorno de déficit de atención con hiperactividad (ADHD) antes de recibir el
diagnóstico de síndrome de Asperger.
Los niños con síndrome de Asperger podrían tener los siguientes signos y síntomas:
- Interacciones
sociales mínimas o inadecuadas
- Conversaciones
que casi siempre tratan sobre sí mismos en lugar de los demás
- Lenguaje
"cifrado", "robótico" o repetitivo
- Falta
de "sentido común"
- Problemas
para leer, escribir y para la matemática
- obsesiones
con temas complejos, como ciertos patrones visuales o musicales
- capacidades
cognitivas no verbales normales o por debajo de la media, aunque sus capacidades cognitivas verbales suelen ser normales o superiores a la media
- movimientos
extraños
- comportamientos
y gestos extraños
Es importante
destacar que, a diferencia de los niños con autismo, quienes padecen síndrome
de Asperger tal vez no presenten ningún retraso en el desarrollo del lenguaje;
suelen tener buenas aptitudes gramaticales y un vocabulario avanzado a edades
tempranas. Sin embargo, muchos de ellos presentan un trastorno del lenguaje
(por ejemplo, un niño podría ser sumamente literal y tener problemas para usar
el lenguaje en contextos sociales).
Con
frecuencia, no existen retrasos evidentes en el desarrollo cognitivo. Los niños
con síndrome de Asperger tal vez tengan problemas para prestar atención y
organizarse, o tengan aptitudes bien desarrolladas en algunas áreas y
deficientes en otras, pero suelen tener una inteligencia media o superior a la
media.
¿Cuáles son las causas del síndrome de Asperger?
Los
investigadores y los expertos en salud mental continúan investigando las causas
del autismo y el síndrome de Asperger. Se cree que las anomalías en el cerebro
son una posible causa del síndrome de Asperger porque, por medio de técnicas de
diagnóstico por imágenes, se han detectado diferencias estructurales y
funcionales.
La genética
tal vez tenga alguna relación en el síndrome de Asperger y las investigaciones
indican que algunos casos pueden estar asociados con otros problemas de salud
mental, como la depresión y el trastorno bipolar.
Conclusiones
El síndrome
de Asperger no se debe a carencias emocionales ni es causado por el tipo de
crianza de un niño. Dado que algunos de los comportamientos de las personas con
síndrome de Asperger pueden parecer intencionalmente groseros, muchas personas
asumen erróneamente que este síndrome es el resultado de una mala educación por
parte de los padres; pero esto es absolutamente falso. Se trata de un trastorno
neurobiológico cuyas causas aún no se terminan de comprender.
En la
actualidad, no existe una cura para este trastorno; los niños con síndrome de
Asperger también lo sufrirán cuando sean adultos. Pero muchos de ellos llevan
vidas plenas y felices, y sus probabilidades de hacerlo son mejores si cuentan
con los recursos, el apoyo y la educación adecuados.
es importante detectar a tiempo el asperger para darle el tratamiento necesario lo mas pronto posible para que el niño pueda desarrollarse lo mas normal posible
Autor
Pedro Vallejo
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