NIÑOS Y TRASTORNO NEGATIVISTA DESAFIANTE

 

Trastorno Negativita Desafiante


Descripción general

Incluso los niños que tienen un buen comportamiento pueden ser difíciles y desafiantes en ocasiones. Pero si tu hijo pequeño o adolescente manifiesta un patrón frecuente y persistente de ira, irritabilidad, discusión, desobediencia o resentimiento hacia ti y hacia otras figuras de autoridad, es posible que padezca el trastorno negativista desafiante.

Como padre, no tienes que intentar controlar a un niño con trastorno negativista desafiante tú solo. Puedes recibir ayuda de médicos, profesionales de salud mental y expertos en desarrollo infantil.

El tratamiento conductual del trastorno negativista desafiante implica aprender habilidades para ayudar a construir interacciones familiares positivas y a controlar el comportamiento problemático. Tal vez se necesite terapia adicional, y posiblemente medicamentos, para tratar trastornos de salud mental relacionados.


Síntomas

A veces, es difícil reconocer la diferencia entre un niño de carácter fuerte o emocional y un niño con trastorno negativista desafiante. Es normal observar una conducta negativista en ciertas etapas del desarrollo de un niño.

Los signos del trastorno negativista desafiante, por lo general, comienzan durante los años preescolares. A veces, el trastorno negativista desafiante puede manifestarse más tarde pero, casi siempre, antes de los primeros años de la adolescencia. Estos comportamientos causan un deterioro importante en la vida familiar, en las actividades sociales y en la vida escolar y laboral.

El Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders DSM-5 (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, DSM-5), publicado por la American Psychiatric Association (Asociación Estadounidense de Psiquiatría), enumera los criterios para diagnosticar el trastorno negativista desafiante. Los criterios del DSM-5 comprenden síntomas emocionales y del comportamiento que duran seis meses como mínimo.


Estado de ánimo irritable y airado:

  •          Pierde los estribos a menudo y con facilidad
  •          Se irrita o enoja con otras personas con frecuencia
  •          Se enoja o resiente con frecuencia
  •          A menudo, discute con los adultos o con las personas con autoridad
  •      A menudo, desobedece de forma activa o se niega a cumplir con los pedidos o con las reglas de los adultos
  •          Molesta o altera a las personas de manera intencional con frecuencia
  •          Con frecuencia, culpa a otras personas por sus errores o mal comportamiento
  •          Suele ser rencoroso o vengativo
  •          Ha demostrado un comportamiento rencoroso o vengativo dos veces en los últimos seis meses, como mínimo
  •          Leve. Los síntomas se presentan en un solo entorno, por ejemplo, solo en el hogar, en la escuela, en el trabajo o con los pares.
  •          Moderado. Algunos síntomas se dan en al menos dos entornos.
  •          Grave. Algunos síntomas se presentan en tres o más entornos.
Causas
Factores de riesgo
  • Temperamento: un niño que tiene temperamento significa que tiene problemas para controlar sus emociones, como tener fuertes reacciones emocionales en ciertas situaciones o tener problemas para tolerar la frustración
  • Problemas de crianza: un niño que sufre de abuso o descuido, que tiene una disciplina grave y contradictoria o que no tiene control parental
  • Otros problemas familiares: un niño que vive con un solo progenitor o en medio de un conflicto familiar o que tiene un progenitor con un trastorno de salud mental o de consumo de sustancias
  • Entorno: los comportamientos oposicionales y desafiantes pueden verse reforzados a través de la atención de los pares y de una disciplina contradictoria de otras figuras de autoridad, como los maestros

Conducta argumentativa y desafiante:

Resentimiento:

El trastorno negativista desafiante puede variar en gravedad:

En algunos niños, es posible que los síntomas primero se evidencien solo en el hogar pero, con el tiempo, se extiendan hacia otros entornos, como en la escuela y con los amigos.

No se conoce una causa precisa del trastorno negativista desafiante. Las causas contribuyentes pueden ser una combinación de factores hereditarios o del entorno, por ejemplo:

·         Genética: la disposición o el temperamento natural de un niño y las posibles diferencias neurobiológicas en la forma en que funcionan los nervios y el cerebro

·         Entorno: los problemas de crianza que pueden involucrar la falta de control parental, una disciplina grave y contradictoria, o el abuso o el descuido

El trastorno negativista desafiante es un problema complejo. A continuación, se enumeran algunos de los posibles factores de riesgo del trastorno negativista desafiante:

Prevención

No hay nada que garantice la prevención del trastorno negativista desafiante. Sin embargo, la crianza positiva y el tratamiento temprano pueden ayudar a mejorar el comportamiento y a evitar que la situación empeore. Mientras más temprano se controle el trastorno, la situación será mucho mejor.

El tratamiento puede ayudar a restablecer la autoestima de tu hijo y a reconstruir una relación positiva entre tú y tu hijo. Las relaciones que tenga tu hijo con otros adultos importantes en su vida (por ejemplo, con los profesores y los proveedores de atención médica) también se verán beneficiadas por el tratamiento temprano.

Conclusión
Este trastorno se da muy frercuentemente en niños , es por eso que debemos estar atentos a los primeros síntomas para iniciar unn tratamiento quen sirva para que este mal se pueda tratar u restablecer en poco tiempo que se establezca la terapia adecuada







Autor

Pedro Vallejo

@mtcharun

Sesiones y consultas

Dra. María Teresa Charún
Psicóloga Clínica Educativa
Máster en Salud y Bienestar Comunitario
Universidad Autónoma de Barcelona - España

Mis estudios y experiencia



Contacto

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